Las vacaciones de verano pueden ser un buen momento para que los más pequeños de la casa vayan adquiriendo hábitos saludables de higiene bucodental. Nuestros hijos pasan más tiempo en casa y recordemos que ellos van a imitar lo que hagamos los mayores.
Compartir con ellos estas rutinas les generará futuras pautas y costumbres. No podemos pretender que ellos se cepillen los dientes si no ven que los adultos también lo hacemos. También en verano puede ser una ocasión idónea para acudir en familia al dentista. Los niños están más relajados, pueden verlo no como una obligación sino como una actividad más lúdica.
Hay que tener en cuenta que cualquier problema bucodental y facial existente, cuanto más precoz sea su diagnóstico mejor será su pronóstico y su tratamiento. No hay una edad inicial para acudir al dentista por primera vez. Nosotros si recomendamos que ya cumplidos los 3 años vengan a visitarnos, salvo que hayan notado algún problema antes de dicha edad. Sobre los 3 años ya tienen completa su dentición temporal y como cualquier otro diente hay que tratarlos. Muchos padres tienen la creencia que al tratarse de dientes de leche, como “se van a caer, ¿para que los vamos a empastar?”.
La dentición temporal tiene la función de masticación, deglución y fonación (el habla) para los niños, pero deben guardar también el espacio para los dientes definitivos. Un diente de leche no tratado, al final empeora y hay que extraerlo antes de tiempo. Si no se mantiene ese espacio derivará en otro problema futuro y los dientes definitivos podrán salir más apiñados, etc. Así siempre se lo explicamos a los padres para que entiendan que los dientes “de leche” también hay que tratarlos.
Existen también problemas faciales en el crecimiento de los niños. Dichos problemas han de diagnosticarse y tratarse a temprana edad. Es por ello que además de acudir al dentista con pocos años, hemos de hacer revisiones periódicas. Dependiendo de la edad de los pequeños pacientes y del recambio dentario, nuestros odontólogos decidirán si han de revisarlos anualmente o con menos tiempo entre cita y cita.
En resumen, cualquier edad es buena para acudir al dentista pero si las costumbres se adquieren cuando somos pequeños, se convierten en una ¡saludable rutina! ¡Visita a nuestros dentistas infantiles en Plasencia!
